Soy una persona que desde muy pequeña he estado un poco obsesionado con el vello corporal (al ser muy morena), por este motivo, he utilizado diferentes técnicas de depilación, una de las primeras que utilice fue la cera, pero no podía soportar el dolor que me producía, con lo cual, termine usando el método más rápido y menos indoloro, la cuchilla, pero con muchos contras, el principal es que me obligaba a depilarme un día sí y otro no y además me irritaba bastante la piel.
¿Por qué me decidí tan tarde?
Durante un tiempo tuve que estar con una determinada medicación que me impedía someterme a el láser, porque estaba contraindicado, cuando terminé me decidí a empezar con él.
Una vez dado el paso, intenté informarme a través de conocidas que ya estaban con el tratamiento láser o ya lo habían terminado, para conocer cuál era su experiencia, no tenía intención de ir a la aventura y era importante buscar un centro de confianza que no me fuera a causar cualquier tipo de problema en la piel. Otro aspecto que para mí también era muy importante y fue determinante para mi elección, es lo que me iba a costar. Así que empezamos manos a la obra, la verdad es que al principio me asustaba un poco, me habían dicho que no me iba a doler pero mi umbral de dolor es bajo y no sabía a qué me exponía, pero como se suele decir “Para lucir hay sufrir”
¿Qué es el laser Diodo?
Me explicaron cómo funciona este método:
El láser de diodo es un tratamiento médico-estético, este en concreto, sirve para depilar, es un sistema de depilación definitiva que transforma la luz emitida en calor para destruir las células germinativas. Mejora la calidad de la piel ayudando a eliminar el pelo enquistado, la diferencia con otros láser, es la longitud de onda que alcanza, este en particular es de unos 810 nanómetro, según me informaron, es el más adecuado para pieles oscuras y vellos gruesos, aunque es válido para todo tipo de pieles
Mi experiencia
Antes de comenzar con las sesiones, te realizan una prueba en la piel para ver si toleras el tratamiento, una vez comienzas, te piden que te rasures con cuchilla la noche anterior aquellas zonas a tratar y no con otros métodos, porque la raiz del pelo tiene que estar visible a la hora de aplicar la luz.
Mi opinión sobre las sesiones que llevo, os puedo decir que es muy favorable, aunque para mí, son dolorosas en determinadas partes del cuerpo, a pesar de lo que me dijeron. Desde el primer día del tratamiento he notado una mejoría impresionante, una vez pasados diez días ¡ya tenía calvas!. Las sesiones son cada dos meses, llevo ya 4 sesiones y la verdad que no puedo estar más contenta con la decisión que he tomado y me arrepiento de no haberlo hecho antes. Mí tratamiento, en un principio, es de 12 sesiones como solo llevo 4, todavía os puedo ir informando de la evolución de este.
